La Santísima Virgen de la Estrella amaneció el pasado Domingo de Resurrección vestida de blanco, luciendo traje y manto de brocado, cíngulo de agremán de oro, tocado realizado con un encaje tipo ‘valencien’ bordeando su cara y toca de brocado blanco en oro, además de la orfebrería de plata dorada, obra de Miguel Palomino (s. XIX).