Tras las Fiestas Patronales en su honor, María Stma. de la Estrella volvió a su camarín, donde nos espera para rezarle, pedirle o darle gracias. En esta ocasión se encuentra vestida para el Tiempo Ordinario, luciendo traje blanco y manto verde, ambos de brocado, tocado de tul bordado en hojilla, cíngulo de agremán de oro y la corona de plata dorada del siglo XIX, así como la ráfaga y media luna de plata de 1995. Estrena un broche donado el pasado 15 de agosto en la pasada Función Principal de Instituto.