Vestida para el tiempo ordinario tras las fiestas de agosto, la Stma. Virgen  de la Estrella lucía traje de raso blanco bordado en sedas, al igual que el Niño Jesús, y manto de brocado blanco, además de cíngulo de agremán de oro y tocado conas  tul bordado en hojilla, toca blanca, ráfaga y cetro de plata y media luna de plata dorada.

Hasta primeros de octubre, ambas imágenes portaban las coronas de plata dorada del siglo XIX, pero desde esas fechas han sido sustituidas para efectuar su restauración.