Hoy, día 18 de septiembre, conmemoramos el XLI aniversario del patronazgo canónico de la Santísima Virgen de la Estrella sobre el pueblo de Chucena.

Un patrón es un santo que tiene una afinidad especial hacia una comunidad. El término es sinónimo de defensor y protector y se define como intercesor y abogado ante Dios.

Cuánto puede ocurrir esto con la más privilegiada de entre las criaturas, por gozar de todas las virtudes, como es la Virgen María. Esta filiación con Nuestra Señora es camino seguro para que se encuentren los fieles con Jesús y una ayuda eficaz para avanzar y vivir en plenitud la vida cristiana.

En su patrocinio se resalta especialmente esta maternidad espiritual de María. La madre de Dios es la madre de los cristianos: madre de la Iglesia y de todos sus miembros. En María encuentran los cristianos una madre que protege y da gracia y amparo en la vida y en la muerte, en las tentaciones y luchas diarias. Ella es, pues, protección, amparo, auxilio, mediadora, abogada, modelo, estímulo, estrella, norte y guía.

Así, los cristianos de Chucena siempre han encontrado en María esta especial filiación, transmitida durante siglos por la devoción a la advocación de la Estrella, por todo cuanto significa para el creyente en sus cualidades.

Por ello, la Iglesia, desde Roma, quiso ratificar a Nuestra Señora de la Estrella como Patrona «apud Deum» de nuestra localidad, refrendando lo que se sentía desde tiempo inmemorial, tras la solicitud realizada el 15 de agosto de 1980.

Damos gracias por la celebración de este aniversario y rezamos a Nuestra Madre para que, por este patronato, nos sigamos acercando al Señor, experimentando dichas virtudes por las que María Santísima, como ejemplo de todas, fue coronada con la triple tiara de la sabiduría, el poder y el amor.