El pasado Miércoles, día 26 de Abril, nuestro Obispo, Monseñor Santiago Gómez Sierra, enviaba una carta a toda la Diócesis en la que nos invitaba a pedir a nuestro Señor que nos conceda la lluvia tan deseada a nuestra tierra, que se encuentra tan falta de este elemento tan necesario para nuestra subsistencia así como nuestra actividad.

Las hermandades, como parte de la Iglesia diocesana que somos, no podemos quedar indiferentes ante esta necesidad y, así, animados y convencidos de que el único que puede aliviar esta tribulación es Nuestro Señor, con la intercesión de la Santísima Virgen y de los Santos, nuestra Hermandad quiere sumarse a esta petición.

De esta manera, como sucediera años atrás, y comenzando el Mes de Mayo, Mes que dedicamos a la Virgen María, volvemos a acudir a sus plantas para implorarle y pedir este don tan necesario. Con un espíritu también contrito, este año volveremos a rezar el ejercicio del Mes de María, publicando cada día las oraciones de este ejercicio, siendo aplicadas en forma de rogativas, para que Nuestra Madre, una vez más, “enjuague piadosa el llanto de esta Villa Mariana” y escuche nuestras súplicas.

Que así sea.