Coronación Canónica

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PRIMEROS PASOS: LA SOLICITUD DE EXPEDIENTE

A principios de los años 90, en el seno de la Hermandad surge una idea que se vio más alcanzable cuando comenzaron a hacerse realidad varias coronaciones en la Diócesis de Huelva, las primeras que se harían en ésta como tal, ya que las de la Virgen del Rocío de Almonte y la Virgen de las Mercedes de Bollullos Par del Condado, las únicas hasta entonces, se habían otorgado desde Roma con la mediación del Arzobispado hispalense.

El 18 de septiembre de 1994, coincidiendo con el Aniversario del Patronazgo, la Junta de Gobierno presentaba al pueblo la solicitud de la apertura del expediente de coronación, en la cual remarcaba la devoción tan antigua del pueblo de Chucena a su Patrona y el significado para el mismo y para todo cristiano de la advocación de Estrella, única imagen de la Diócesis -por aquellas fechas- de éste nombre con tanto arraigo. Además, señalaba que las coronas para la Virgen y el Niño del acto serían las que ya poseen de oro y brillantes, regalo de las hermanas Remedios y Vicenta Gutiérrez Marín, que llegaron en agosto de 1944, coincidiendo con la recepción de la imagen de la Virgen tras la restauración realizada por Sebastián Santos, siendo ese regalo símbolo de la devoción del pueblo.

En esta solicitud se recogieron numerosas firmas de chuceneros y devotos que apoyaban la iniciativa, y el 27 de enero de 1995 fue llevada al Obispado onubense. Comenzó entonces un largo camino de audiencias y de idas y venidas para que este acto se hiciera posible. En los primeros años del nuevo milenio la Hermandad anunciaba que la Coronación sería una realidad en 2004, coincidiendo con el 50 aniversario de la ida a Huelva, y aprovechando la ocasión se proclamaría a la Virgen como Alcaldesa Perpetua de la localidad.

 

2004: EL INTENTO FALLIDO

En septiembre de 2003 se presentó toda la documentación, expediente y bendiciones necesarias. En marzo de 2004 se entrega una copia sellada y firmada por el Obispado dando la conformidad al expediente. Pero finalmente la coronación no se llevó a cabo.

Aún así, en la Hermandad no se bajaron los brazos. El Obispo siempre pedía paciencia a la Junta de Gobierno, como así sucedía en cada una de las audiencias a las que asistía, así como en las visitas que Monseñor, Don Ignacio Noguer, anteriormente, y Don José Vilaplana, después, realizaban al pueblo. En esos años, la Hermandad fue colaborando en una acción social promovida por el Obispado como parte también de ese requisito necesario para que las coronaciones canónicas se realicen.

Una vez cumplidos los requisitos, y ante la existencia de varias peticiones y de posibles nuevas, además de la intención de realizar coronaciones en la diócesis cada cierto tiempo, con un espacio mínimo de un año cada una –y contando con el aliciente de que la última se llevó a cabo en 2012-, según indicaron desde Huelva para no devaluar su significado, todos, tanto en Chucena como en otros rincones de la provincia, esperaban impacientes la concesión de la Coronación.

 

ANUNCIO DE LA CORONACIÓN Y PREPARATIVOS

Besamanos de apertura del Jubileo

El quince de agosto de 2013, Monseñor Vilaplana, por vía telefónica, confirmaba al párroco de Chucena, Justino Espuela, que aprobaba la Coronación Canónica de la Virgen de la Estrella, siendo el mismo Espuela el que anunciara tal noticia en la Función Principal que estaba celebrando la Hermandad.

En el Cabildo General Extraordinario en el mes de octubre se anunciaba la fecha de la Coronación: el 1 de junio de 2014. Comenzaban ocho meses de preparativos y actos que se fueron sucediendo. Aprovechando la ocasión, y por iniciativa del Párroco, D. Justino Espuela, se solicitó la concesión de un Jubileo así como de la Indulgencia Plenaria para el día de la Coronación, aceptada por la Penitenciaría Apostólica en enero de 2014.

El 2 de febrero se iniciaba el Jubileo con un besamanos extraordinario a María Santísima de la Estrella. El Párroco, ante la ausencia del Sr. Obispo, abría la puerta jubilar, que, durante cuatro meses recibió a numerosas instituciones y peregrinos. Asimismo, colectivos como familias, jóvenes, enfermos… celebraron misas dedicadas. El 12 de abril, Sábado de Pasión, tuvo la presentación del cartel oficial del evento, obra de Juan María Suárez Sierra.

 

Triduo preparatorio

Asimismo, dentro de los apartados de Caridad y Formación, entre otros actos, la Hermandad colaboró con el Centro de acogida ‘Oasis’ de Huelva, y llevó a cabo diversas charlas con la colaboración del Obispado. En el mes de mayo se sucedieron diversas ofrendas, como la de la tiara que luciría la Santísima Virgen en el triduo extraordinario preparatorio, así como de la Llave de la Villa, ofrecida por el Excmo. Ayuntamiento.

 

El Triduo preparatorio se llevó a cabo entre los días 28 y 30 de mayo, destacando la Adoración Eucarística nocturna que se realizó el segundo día. Durante el triduo fue ofrecido el cetro que estrenaría la Santísima Virgen, realizado a partir del oro ofrecido por todo el pueblo de Chucena, y el último día salió el Rosario de Gala por el recorrido ya engalanado de la Coronación con el estandarte de la Patrona.

 

1 DE JUNIO DE 2014: UNA FECHA PARA LA HISTORIA

El 1 de junio la jornada amaneció con el anuncio, mediante cohetes, del día que se esperaba. Mientras que la plaza de la Coronación se iba llenando poco a poco, y las hermandades invitadas iban llegando, todo se disponía en el escenario del pontifical para recibir a la Virgen de la Estrella, que salía de la Iglesia Parroquial pasadas las nueve de la mañana, a sones del himno de la coronación, interpretado por el coro parroquial, que realizó una actuación impecable en la misa con cantos en latín, seguido de vivas. Rosas color champán era el exorno que llevaba el paso, procedentes de Holanda y dispuestas por Floristería Ceraflor de Pilas. En el escenario destacaba, además de la Virgen, en un dosel, el primer verso de los gozos, seña de identidad de nuestra localidad: «Sois de Chucena blasón».

Minutos antes de las diez de la mañana saldría del centro de Servicios Sociales Polivalente la procesión de las coronas, presidida por el Obispo onubense, y compuesta por cruz alzada con ciriales, miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad, presidencia, las coronas, portadas por el empresario chucenero Antonio Morera Vallejo y su esposa, Chary Maldonado, padrinos de este acto, ciriales, los concelebrantes -Justino Espuela, párroco de Chucena; Antonio Ismael Gutiérrez y Victoriano Solís, hijos del pueblo; Antonio Romero y Miguel Ángel López, sacerdotes con raíces en nuestra localidad, y Antonio Fidalgo, párroco de Escacena y Paterna del Campo- y el propio Obispo.

Procesión en el día de la Coronación

La Eucaristía se iba desarrollando con total normalidad. Vilaplana, en su homilía, remarcó el cariño que Chucena tiene por su Patrona, afirmando que cualquiera que se acercara sabría que se celebraba un día grabado en la historia del pueblo, por la decoración de las calles, y en el corazón de los chuceneros. Un pueblo que quiere poner a su madre la «corona de la devoción, del cariño y de la ternura». «María dijo una cosa atrevidísima: ‘me felicitarán todas las generaciones’, y aquí está Chucena que le sigue diciendo: ‘bendita tú entre las mujeres'», dijo. «La corona es también de la fidelidad, del que sabe correr bien la carrera de la fe. Y María es una campeona de la fe», fueron también palabras de Monseñor. Finalmente, apuntilló su discurso diciendo que «la corona hoy es Chucena, que coloca sobre la frente de la Virgen de la Estrella una corona de amor y de cariño, cuyas perlas son las obras de caridad, la compañía al enfermo, la mano dada al que se siente hundido…», finalizando con las palabras de San Bernardo: «Mira a la Estrella, invoca a María».

Tras la homilía y la lectura del rito de la coronación, con la bendición de las coronas, llegó el momento esperado. Eran las 10 y 42 minutos de la mañana. Don José Vilaplana, Obispo de Huelva, imponía en las sienes de la imagen de María Santísima de la Estrella y de su Divino Infante las coronas de oro, símbolo del amor que todo un pueblo le profesa a su patrona, poniendo fin a casi veinte años de espera. Con la imposición de la corona sobre la Virgen el cielo estalló con una salva de cohetes y la profunda ovación entre lágrimas de los allí presentes, acompañados del canto del Aleluya (Benedicat Vobis) de Haendel. Seguidamente, la Banda del Rosario de Sanlúcar la Mayor interpretó «Estrella, Chucena te corona», la marcha de la coronación, que incluye el himno de la Virgen, cantado por el pueblo de forma emocionada. Prosiguió la eucaristía con el canto nuevamente de este himno y el de la coronación como salve final.

Sobre el mediodía se inició la procesión extraordinaria en la que la Patrona Coronada se paseó por las calles engalanadas del recorrido del Corpus. Era una estampa preciosa la de ver a la Santísima Virgen bajo los arcos. Numerosos vivas y cohetes para la Alcaldesa Perpetua, razón por la cual el Ayuntamiento la recibió en sus mismas puertas con una gran petalada. Siguió la procesión hasta la Placita de la Trini, donde se despidió de las hermandades asistentes al acto, que rendían pleitesía a la Señora con algún viva que otro. Comenzó entonces la procesión popular, que, pese al calor y a que era la hora del almuerzo, en ningún momento se vio sola. Hasta una decena de petaladas, sevillanas y fandangos por las calles, así como otros cantos se dedicaron durante el recorrido, siendo los últimos metros de auténtico delirio tras la petalada del Grupo Joven y la sucesión de vivas hasta que la Patrona de Chucena se posó ante el altar mayor de su templo, sobre las siete y veinte minutos de la tarde.

Textos procedentes de Chucena Cofrade.